Santa Sofía, también llamada Hagia Sofía es sin duda alguna el monumento más importante de toda Turquía y una parada definitiva en todas las rutas por Estambul.
Construida en el auge del imperio bizantino, Santa Sofía fue concebida como una iglesia cristiana ortodoxa dedicada a la Divina Sabiduría. Desde su concepción, fue considerada el monumento más importante del imperio bizantino y sirvió de inspiración para la mayoría de los monumentos que ahora adornan la ciudad de Estambul.
Desde su fundación hasta el año 1453 funcionó como una iglesia ortodoxa, sin embargo, durante era otomana fue convertida en mezquita para finalmente convertirse en la actualidad en uno de los museos más visitados de Estambul.
Existen muchos datos que hacen que Hagia Sofía sea uno de los monumentos más famosos. Entre ellos tenemos que:
- Fue la catedral con mayor superficie del mundo hasta la construcción de la Catedral de Sevilla.
- Contiene una cantidad considerable de reliquias en su interior.
- Se encuentra ubicada en unos de los puntos más altos de Estambul lo que le otorga una gran vista y la hace un icono del paisaje turco.
- Sus representaciones artísticas en el interior son una joya de arte invaluable. Entre las más importantes se encuentra la del emperador Constantino y la emperatriz Zoe adorando a Cristo.
Visitar el museo de Santa Sofía es una de las paradas turísticas más importantes cuando viajamos a Estambul. Como consejo podemos agregar que, así como tú, millones de turistas acudirán a verlo por lo que recomendamos llegar temprano para no tener que pasar horas en largas colas para ingresar.