Pamukkale

pamukkale

Pamukkale, que significa castillo de algodón en turco, es una zona turística natural de Turquía ubicada en la provincia de Denizli, en el valle del río Menderes. Junto a Estambul y Capadocia es uno de los sitios turísticos más visitados de Turquía. La estructura geológica de Pamukkale se ha ganado su admiración a lo largo de los siglos, tanto así, que en su cumbre fue construida la ciudad de Hierápolis, actual patrimonio mundial de la humanidad junto a la propia montaña.

La imagen de Pamukkale no es algo que se olvida fácilmente, sus laderas cubiertas de un material mineral blanco la hacen relucir contrastando el fondo. El origen geológico de la montaña nunca deja de sorprender, en especial por su transformación continua en el tiempo.

La zona donde se encuentra Pamukkale es altamente sísmica, por lo que los continuos movimientos tectónicos hicieron brotar aguas termales que arrastraron consigo una gran variedad de minerales, entre los que destacan caliza de creta y bicarbonato de calcio. El depósito continuo de estos minerales en la montaña es lo que le atribuye ese aspecto “algodonado” al que se le debe su nombre. El agua, que se origina en la cima de la montaña, va descendiendo paulatinamente dándole a los depósitos minerales la forma de cascada y formando incluso algunas aguas termales que completan la escena.

El potencial turístico de Pamukkale casi destruye su existencia. Durante el siglo XX muchos hoteles fueron construidos en la zona, por lo que el paisaje natural se vio seriamente afectado. Ante este riesgo, se decidió demoler las edificaciones, se recuperaron los terrenos y, posteriormente se declaró patrimonio mundial de la humanidad junto con la ciudad de Hierápolis.

 Si vamos a viajar a Estambul por muchos días, visitar Pamukkale es algo imperdible. Para acceder a ella podemos o bien llegar desde Denizli en autobús o alojarnos en el pueblo que queda al pie de la montaña. Los recorridos turísticos por el lugar cubren dos rutas; una al norte, que comienza por la visita a la ciudad de Hierápolis, y otra al sur, que comienza con un ascenso por los escarpados de travertino. En ambos paseos hay la posibilidad de disfrutar de las piscinas naturales. El tour estándar tiene un coste de 8 euros, pero si deseamos tomar un baño en las piscinas antiguas el coste asciende a 10 euros.La ciudad de Hierápolis fue construida como un spa, buscando aprovechar las propiedades curativas que los médicos de la época les atribuían a las aguas termales. Además, fueron construidos en ella monumentos que vale la pena visitar, tales como: el arco Domiciano, un ágora o pórtico del siglo II y un gran anfiteatro dedicado a Apolo y Artemisa

Por otra parte, muchas de las piscinas naturales, que en su momento fueron abundantes, se han ido secando con el tiempo, prevaleciendo solo algunas que se mantienen de forma artificial. Sin embargo, esto no afecta en lo absoluto la experiencia de visitar Pamukkale, sino que nos invita a tomar consciencia del impacto negativo que tiene la mano del hombre, sea cual sea su intención, sobre las grandes reservas naturales.

Si piensas visitar Estambul por varios días no dudes en visitar las maravillas que Pamukkale tiene para ofrecer.