La Mezquita Azul, también conocida como la Mezquita del Sultán Ahmed es en definitiva uno de los sitios turísticos más importantes de Turquía y uno de los favoritos en las rutas por Estambul. Fue construida en el siglo XVII por encargo del Sultán Ahmed I a uno de los discípulos del arquitecto Sinan, Sedelfkar Mehmet Aĝa. Con este monumento el Sultán Ahmed I intentaba aplacar la ira de Alá y a la vez competir contra otro de los monumentos importantes de la época, Santa Sofia.
Finalmente, el Sultán Ahmed I resolvió construir la mezquita azul encima del territorio que una vez ocupó el palacio de Constantinopla y parte del hipódromo. Para ello, fue necesario demoler una gran cantidad de edificios aledaños e invertir una suma alta de dinero proveniente del tesoro nacional, cuestión que le trajo ciertas disputas con los contrarios a su gobierno.
El diseño de la mezquita azul es el resultado de la coexistencia por largo tiempo del arte bizantino y el arte otomano en Turquía.
Fue construida principalmente en mármol y piedra, lo que ocasiono la escasez de dichos materiales para la construcción de otros monumentos. Para su diseño, el arquitecto Mehmet Aĝa tomó como inspiración otras mezquitas de la época tales como la mezquita de Selim, en Edirne, y la mezquita de Süleymaniye. Su estructura es imponente y está formada por un sistema convergente de cúpulas y semicúpulas que culmina en una gran cúpula mayor. Toda la Mezquita Azul se encuentra rodeada de un gran jardín casi del mismo tamaño que el edificio y en el cual podemos disfrutar de un rato ameno en sus espacios abiertos y esculturas como la fuente hexagonal.
Sin embargo, lo que realmente maravilla a los visitantes es el interior de la Mezquita Azul la cual recibe su nombre de los más de 20.000 azulejos que decoran el interior de sus cúpulas y paredes con diseños naturales y geométricos. Muchos de los ornamentos originales fabricados en oro y piedras preciosas han sido sustituidos y exhibidos en museos y galerías.
En la actualidad aún se utiliza como recinto religioso por lo cual se encuentra cerrada a los visitantes durante el culto.